La carboxiterapia es un tratamiento estético y médico mínimamente invasivo que consiste en la inyección subcutánea de dióxido de carbono (CO₂) médico con fines terapéuticos y estéticos. Es ampliamente utilizada para mejorar la circulación, la textura de la piel y tratar ciertas imperfecciones estéticas.
celulitis y grasa localizada. Mejorar la elasticidad y firmeza de la piel.
estrías y flacidez.
la microcirculación y oxigenación de los tejidos.
El especialista evalúa la zona a tratar (abdomen, muslos, glúteos, brazos, rostro, cuello).
Se administra CO₂ médico mediante agujas muy finas. La cantidad, presión y velocidad se ajustan según la zona y el objetivo.
Limpieza de la piel y desinfección.
La sesión suele durar entre 15 y 30 minutos.
Sensación de calor o leve hormigueo en la zona tratada; ligera mejoría de la tonicidad de la piel.
Reducción de celulitis, mejor elasticidad cutánea y disminución de flacidez tras varias sesiones.
Suelen mantenerse mientras se mantengan hábitos saludables de alimentación y ejercicio.
Es normal presentar enrojecimiento, sensación de calor, microhematomas, ligera inflamación o pinchazos en la zona. Todos estos efectos son leves y transitorios.
No, suelen desaparecer de manera rápida en las horas o días posteriores al tratamiento.
Sí, la carboxiterapia es segura cuando la realiza un profesional capacitado. Los efectos secundarios graves son muy poco frecuentes.
En raras ocasiones puede presentarse dolor persistente o una reacción alérgica, aunque son situaciones excepcionales.
Generalmente no se requieren cuidados complejos, pero se recomienda seguir las indicaciones del especialista para optimizar los resultados.
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